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Una costumbre habitual del mundo político es la descalificación.  Degradar al oponente político a través del insulto, con mayor o menor ironía, es el argumento principal que se utiliza cuando no hay argumentos políticos. Con la situación económica y social actual, este clima se acentúa.

He revisado varios vídeos de comparecencias de los diputados en el Congreso, y desde el punto de vista del Lenguaje Corporal, el discurso es siempre el mismo.

Hoy quiero compartir una serie de observaciones sobre las manos, y para ello me voy a centrar en el siguiente vídeo del pasado año. He elegido este, como hubiera podido elegir cualquier otro de sesión de control al gobierno, pues la verdad es que si se le quita el sonido, el baile de gestos siempre es el mismo.

En primer lugar, aparece Mariano Rajoy. Su gesto más interesante lo realiza con la mano derecha; su mano está casi cerrada, y realiza movimientos continuos y enérgicos hacia arriba y abajo con el brazo.

Rajoy aseverando

Este gesto es muy común dentro de la clase política. Es un gesto de autoridad, de exigencia y de tener la seguridad de lo que se está diciendo es cierto. El carácter exigente lo marca la intensidad del movimiento del brazo, lo separada del cuerpo que tenga la mano, y el nivel de tensión que tenga el puño. Es un gesto agresivo, y como ejemplo de la máxima agresión del gesto, les muestro la siguiente fotografía.

Hitler aseverando

Afortunadamente, el nivel de violencia gestual de la anterior fotografía, no es utilizado por ningún diputado o diputada español/a. Al menos que yo haya podido observar.

Tras Mariano Rajoy, interviene Jose Luís Rodríguez Zapatero. Su gesto más característico con las manos, el cual le confiere mucha seguridad, es el de unir las manos a través de las yemas de los dedos. Con este gesto, responde a Rajoy, pero si observan, también utiliza el sube-baja con las manos. Este movimiento, denota que tiene las ideas igual de claras que su oponente político, pero no llega a ser tan agresivo. Este gesto de Zapatero, es característico en él, y sabe utilizarlo bastante bien. Con esta posición, junto a otros gestos asociados, puede defenderse eficazmente y denotar convicción y seguridad en su discurso.

Zapatero aseverando

Tras Zapatero, interviene la diputada Soraya Sáenz de Santamaría, y le responde la vicepresidenta del gobierno María Teresa Fernández de la Vega. Antes de exponer el gesto más característico de ambas en sus intervenciones, quiero mostraros la siguiente fotografía.

¿Por qué no te callas?¿Por qué no te callas?

Exacto. Es la famosa fotografía donde el rey de España le dice al presidente de Venezuela que se calle. El gesto de señalar, es el gesto más ofensivo que se puede realizar sin que sea considerado socialmente un insulto. Existen muchas formas de señalar a otra persona, y la mayoría son malas. Si a un comentario positivo le unes este gesto, lo vuelves más positivo, pero por contra si es un comentario neutro, lo conviertes en negativo, y por supuesto si a un comentario negativo, lo acompañas con este gesto; comienza una discusión.

Pues bien. ¿Creen que nuestras siguientes protagonistas utilizan poco o mucho este gesto?. La respuesta es bien fácil.

Fernandez de La Vega señalandoSoraya Sáenz de Santamaría señalando

En la medida de lo posible, y siempre que no quieras buscar un enfrentamiento, cuida el uso de las manos, principalmente en los movimientos arriba-abajo y el gesto de señalar. Si cuando estás en una situación acalorada, empiezas a utilizar estos comportamientos, difícilmente vas a conseguir rebajar la tensión.

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