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Ridículo; situación humillante que sufre una persona y provoca la risa y la burla de los demás.

Exponerse públicamente a cualquier situación, genera muchas emociones. El miedo es una de ellas. Pero miedo a qué?. Pues bien, el miedo al ridículo es el miedo más común en las comparecencias públicas; exámenes orales, discursos, exposiciones de trabajo…. Pensar que lo que estas diciendo puede ser motivo de burlas y desaprobación, genera gran angustia.

El siguiente vídeo, muestra una de las situaciones más ridículas que nadie pueda realizar. La reacción del chico me convence, pero el Lenguaje Corporal de la chica me deja dudas. He querido analizar el siguiente vídeo, para dejar de manifiesto que la interpretación del Lenguaje Corporal es eso; INTERPRETACIÓN, y que actualmente no existe ningún mecanismo exacto para saber qué piensa o siente una persona. El conocimiento del Lenguaje Corporal, nos pone en la pista, pero no nos da la solución.

En primer lugar decir que el gran flequillo de la chica hace que no se puedan ver claramente alguna de las emociones. Obviando este aspecto, empezamos a analizar los comportamientos que hacen que podamos pensar que es verdad lo que ha pasado, o tal vez es una farsa.

Ridículo pedida de mano1

La posición casi congelada de la chica, puede denotar que se encuentra en estado de shock; no se lo cree. Así mismo, las manos en la cara, nos pone en la pista de que trata de ocultar una emoción fuerte, ya sea asombro, miedo, felicidad…. Pero hay un elemento que no cuadra; los codos de la chica no están pegados al cuerpo. Cuando nos llevamos las manos a la cara para ocultar o contener la emoción, por norma general, nuestro cuerpo se repliega.

Acto seguido, la chica dirige su mirada hacia la salida (me inclino a pensar que ha entrado por esa dirección). Desea huir de allí.

Ridículo pedida de mano2

La siguiente imagen, me parece muy «de película». Podemos intuir que hay demasiada pose.

Ridículo pedida de mano3

Mirada baja, se muerde el labio inferior (denota que está conteniendo una emoción), pero me llama la atención la comisura de los labios; estas suben. Cuando vas a decir algo negativo, y te muerdes el labio, las comisuras se acortan. Cuando vas a decir algo positivo, las comisuras suben.

Tras respirar rápida y profundamente, mira al chico,  mira al público… y sonríe. Esta sonrisa denota ser falsa, por lo que entiendo que quiere ser amable con el pretendiente, o incredula ante la situación. La chica no se muestra en ningún momento ofendida, por el real o supuesto ridículo que está pasando.

Ridículo pedida de mano5

Acto seguido se agacha, y realiza este gesto fugaz:

Ridículo pedida de mano6

Al no tener referencias visuales claras de las cejas, ojos y frente, esta expresión facial puede denotar; determinación, ironía, tristeza, o incluso todas a la vez.

Una vez que se agacha, toca el brazo del pretendiente, y lo empuja muy levemente hacia abajo; quiere que lo aparte. Aunque el chico sigue en su posición inicial.

Ridículo pedida de mano7

Llega un momento, que me crea muchas dudas.

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Cuando suena la bocina, señal para que el partido de baloncesto se reanude, la chica se aleja rápidamente del pretendiente (como si hubiera escuchado; «ahora debes irte, vete,vete,vete»). Pone las manos con las palmas hacia el chico, denotando que no quiere escuchar nada, es un gesto de «para, stop».

Seguidamente, aparece un gesto de pena.

Ridículo pedida de mano9

Por primera vez, su cuello se esconde levemente entre sus hombros y se lleva una mano a la cara, tapando boca y mejillas. Sus movimientos son dudosos y mira hacia un lado y a otro. Pero, pero, pero…, ella sabe perfectamente dónde va. Sus pies no dudan.

Y lo que llama más la atención, una persona apenada, humillada o avergonzada, es muy improbable que tenga este movimiento de brazos:

Ridículo pedida de mano10

Cuanto más seguro te encuentras de ti mismo, más espacio ocupas. Sus gestos denotan prisa, pero a la vez determinación y seguridad.

Fijaros en la posición de retirada del chico; lo tienen que acompañar a la salida. Su mirada está baja, su cabeza está hundida entre los hombros, y sus movimientos no son nada amplios.

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Solo los protagonistas, e hipotéticamente los organizadores del montaje (si fuera tal), conocen realmente si lo que hemos visto es real o fingido. Mi opinión no es contundente al respecto. ¿Y tú, qué opinas?.

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